11.3.08

-Carteles-


El típico chiste de los colmos hecho realidad. Apenas vimos el cartel empezamos a reirnos pensando en como sería el control, entonces surgieron una decena de chistes malos. Pero claro, la realidad siempre supera la ficción. Pasamos la primer entrada del Parque Oceanográfico y bien argentinos nos pusimos dos chicles en la boca para comprobar si realmente en el primer mundo todo funciona. En la segunda entrada observamos a un hombre sosteniendo a un perro con mucha cara de malo, apenas nos acercamos para entregar nuestro ticket el perro saltó y a la altura de nuestras bocas pegó un tarascón al mejor estilo 'Tiburón'. Por suerte del susto nos tragamos los chicles. - 'Abran la boca por favor', dijo el de seguridad camuflado de civil. Al ver que no teníamos nada el hombre y el perro de chiclóticos nos dejaron pasar tranquilamente.

¡Qué lindo el primer mundo! Todo funciona.

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