8.7.08

Carta de una mujer enamorada:

Mirar en sus ojos eternos y sumergirse en esa mirada calida, sublime, ver el mundo a través de sus transparencias, con su sensibilidad, con su humanidad, saber que es otra su realidad. Pensar que si el mundo pudiera ver a través de sus ojos todos seríamos mejores, pensar que todo es posible si lo necesitamos, (el ser humano evoluciona en base a sus necesidades, dice)

Solo desde su perspectiva de la vida se puede:
Mirar la guerra y ver paz. Mirar un niño y ver futuro. Mirar las nubes y ver el sol amenazador. Mirar el desierto y ver vida. Mirar la muerte y ver eternidad. Mirar al viejo y ver su historia. Mirar lo malo y ver lo bueno. Mirar mis ojos y ver amor. Ver la vida única, perfecta con sus imperfecciones, invaluable. Aceptar los defectos y enaltecer las virtudes de las personas, ver sus propios errores, reconocerlos y evolucionar constantemente, saber pedir perdón, dejar a la gente desconcertada con su sinceridad, con solo unas palabras hacerte ver otra realidad que jamás pasaron por tus posibilidades, hacerte cambiar de parecer para mejor.

Cambiar el mundo desde su granito de arena.

Yo le doy los hilos de mi vida con los ojos cerrados para poder ver a través de los suyos. Para que me enseñe a ser mejor persona. “…con su afán risueño de enmendar lo roto, con sus herramientas de aflojar los odios y enmendar amores…” (Frases ajenas)

Ana.

-El 6 de julio se cumplió nuestro primer aniversario-

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